Algunas claves para “gestionar” mejor la comunicación y convivencia con nuestros hijos adolescentes
Nuestra experta Belén Acevedo nos da algunos consejos para que los cuidkers podamos gestionar la adolescencia de nuestros hijos.
Cosas que es mejor hacer con un hijo/a adolescente
Sería conveniente hacer un frente común padre-madre / padre-padre/madre-madre, en que los dos estén de acuerdo en todo lo concerniente a cualquier decisión que se tome con respecto al hijo/a.
Todo lo relacionado con el ámbito escolar es importante pero no lo es todo. No podemos dejar que un problema que surja en este área se convierta en el “monotema“ en torno al que gire la vida familiar, dejando que afecte al ambiente y clima de la misma.
Quizá, una de las cosas que más te cueste como padre/madre, es aprender a asumir los defectos y las cosas que no nos te gustan de tus hijos; ellos al igual que tú y que yo, no son perfectos. Aprende a respetar esas diferencias que con respecto a ti presenten.
Ceder y hacer alguna concesión, muchas veces consigue más cosas que mostrarse autoritario e intransigente.
En esta edad es mucho mejor negociar que castigar.
Las normas que pongamos en casa mejor pactarlas, una norma aceptada por ambas partes es una norma ajustada y que no produce conflicto.
Se tiene la percepción de que es una época en la que ya no necesitan tanto de ti nosotros como cuando eran más pequeños, pero sin embargo, es una etapa en la que sí tenemos que estar muy pendientes y muy al tanto. La detección precoz de problemas y su intervención temprana es fundamental para su resolución.
No hay que perder de vista cual debería ser el objetivo final de los padres: conseguir la autonomía e independencia de los hijos; es importante que lo tengamos siempre presente para que se encaminen todas nuestras actuaciones a la consecución del mismo.
Cosas que es mejor NO hacer /EVITAR con un hijo/a adolescente
Tengo que evitar el sentirme culpable como padre/madre por actuaciones hechas hacia nuestros hijos. Es importante el permitir equivocarme y no hacer siempre las cosas bien; es normal que esto ocurra, los hijos no vienen con un libro de instrucciones debajo del brazo y la interacción con ellos es un constante aprendizaje, que es muy enriquecedor pero también muy agotador.
No trates de buscar información acerca de tus hijos revisando en su habitación, suelen darse cuenta y lo consideran una violación de su intimidad. Encuentra, no busques, y en base a eso actúa en consecuencia.
Intenta no opinar acerca de sus amigos, no interrogues a éstos cuando les traigan a casa y no trates de elegirle tú a sus amigos. Hay que asumir que el control que podíamos tener sobre ellos ha cambiado y ahora son ellos los que van tomando las riendas de sus vidas; y están atravesando una etapa que por más que tú les digas lo más probable es que no te hagan mucho caso, no hay nada como vivir en primera persona las cosas para que uno mismo se dé cuenta de la dirección adecuada.
Los interrogatorios para obtener información no suelen dar mucho resultado, mucho más importante es el saber escuchar cuando tengan ganas de hablar, esos momentos son los que hay que aprovechar
Intenta no juzgar, no criticar y no cuestionar cosas que te cuenten. Aprende a escuchar sin más, de este modo más cosas te van a contar y más información vas a obtener.
No quites importancia a las cosas que te cuentan que les preocupan, es probable que bajo tu punto de vista de adulto te parezcan que no tienen mayor importancia o que son directamente tonterías propias de la edad, pero para ellos es diferente y realmente son importantes, tenemos que tratar de ponernos a su nivel y conseguir que se sientan comprendidos por nosotros.
Hay que tener tacto al a hora de contar cosas suyas en reuniones familiares o de amigos, cuando ellos estén presentes; no les suele gustar y les suele dar mucha vergüenza que se cuenten cosas suyas que consideran personales y que sean tema de conversación o de risas entre los adultos asistentes a la reunión.
Cuidado con el objetivo de que nuestros hijos siempre sean felices, y de intentar allanarles el camino constantemente. El tratar de hacerlo no es malo pero también dentro de nuestros objetivos como padres tiene que estar el enseñarles a afrontar las dificultades, a que tomen partido y se resuelvan sus cosas y a tolerar las frustraciones; en definitiva a que se enfrenten a la vida con sus cosas buenas y malas, y que sepan adaptarse a ambas.