Un día padre y madre se miran sorprendidos ante una respuesta fuera de lo habitual del hijo/a de 11 o 12 años. ¿Qué le pasa a este niño/a? ¿Será que empieza a estar adolescente? No puede ser, si sólo tiene 11 años. ¿Por qué es frecuente que a los padres les sorprendan los primeros signos de sus hijos adolescentes?
Los padres se sorprenden porque hay una tendencia general a educar resolviendo los problemas cuando ya están delante y aparece el conflicto. La adolescencia es una etapa de la vida que se liga a “problemas”, pero, si sabemos que el hijo/a va a ser adolescente, por qué no nos preparamos antes para guiarles con acierto en esa etapa tan compleja para ellos.
La adolescencia es una etapa maravillosa porque en ella los chicos/as deben aprender a dejar de ser una proyección de los padres, para empezar a ser ellos mismo. Es una etapa de conflicto, pero fundamentalmente consigo mismo, porque, a ellos, a los adolescentes, si les sorprende su llegada. De buenas a primeras crecen, su cuerpo cambia, todo se ve distinto, desajuste de emociones, nuevas necesidades, sus desconciertos, nuevas motivaciones, los iguales son fundamentales. Comienzan a percibir el mundo que les rodea de otra manera, pero todavía no saben interpretar todo lo que les llega. Y, encima, sus padres no les entienden y les regañan por todo. Ellos se distancian de los padres y su centro son los amigos, pero más que nunca necesitan su guía, necesitan que les acompañen y les tutelen en esta compleja etapa que les debe llevar a una juventud madura.
El conflicto con el adolescente surge cuando a los padres “les ha pillado el toro” y no dejan de ver a su chaval como ese niño al que se han acostumbrado. Nuestra recomendación: distánciese en el momento del conflicto, observe lo que realmente pasa, las motivaciones que hay por debajo de los hechos, y empiece a ver lo que ocurre desde lejos, no se queme en los momentos, en estos casos se suelen decir muchas inconveniencias que generan distancia. No se trata de vencer, sino de convencer
Qué necesita un adolescente de sus padres: Cuatro puntos
Que le entiendan, está en una etapa crítica a la caza de su propia identidad. Los padres no deben pelearse con él cuando se rebela porque quiere ser él. Recuerde: no se opone al hecho en sí, busca su propia autonomía y no sabe cómo resolverlo, ayúdele.
Que le enseñen a dialogar y a sacar conclusiones vinculantes para ambas partes. Tiene que aprender a escuchar, a ceder, a llegar a acuerdos. No sabe hacerlo y es fundamental para su vida, mucho más que aquellos motivos de pelea.
Que le ayuden a construir metas. Conviértale en el centro de su vida, ayúdale a que saque conclusiones, las de él/ella, no las suyas, no se trata de convencerle de sus razones, sino de que vaya construyendo sus razones y no se deje llevar sólo por la emoción.
Que adquiere compromiso consigo mismo y con los demás, pero el compromiso debe basarse en sus razones, en sus decisiones. Los errores son normales, todos nos equivocamos y ellos más, están aprendiendo, pero los errores siempre tienen consecuencias. Póngale límites muy claros, él es importante, pero los demás también.
ORIENTACIONES:
Si quieres formación como padre: http://www.eleapsicopedagogia.es/servicio/taller-aprendiendo-educar-un-adolescente/
Si quieres un buen libro para tí: “Educar si ira” Autor: Angel Peralbo . Editorial: La Esfera de los Libros .
Si quieres un buen libro para tu hijo: “Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos” Autor Sean Covey. Editorial: DEBOLSILLO
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